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ultura
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“La vida es una trama de pactos”
POETA, NOVELISTA Y ENSAYISTA, PASCUAL GARCÍA NOS CONDUCE A LA EXPERIENCIA DE LA VIDA
EN SU LIBRO DE CUENTOS “HABLAR DURANTE LAS COMIDAS” HACIENDO EMERGER EL AMOR
CON LA MÁXIMA INTENSIDAD Y LAS PALABRAS PRECISAS. LA IMPORTANCIA DEL DIÁLOGO NOS
REMEMORA A PLATÓN Y SU OBRA “EL BANQUETE”, DONDE DISTINTOS COMENSALES HABLAN
Y SE COMUNICAN SOBRE EL MITO DE EROS
Es un libro que, a
pesar de su título
y de la simbóli-
ca ilustración
de la portada de la
pintora Francisca Fe Montoya,
habla del silencio entre las personas,
de la incomunicación en la que vivimos,
reflejada en la frase “Hace años que no
sabemos nada el uno del otro, aunque
seguimos viviendo en la misma casa”.
No hablamos por cobardía, por educación,
pues no podríamos vivir si nos lo dijéramos
todo. Proust decía que en el silencio hay
comunicación.
En sus diálogos Platón nos invita a en-
contrar a Eros como tema universal de
la literatura.
Sí. No tenemos otra manera de olvidarnos
de que vamos a morir, es el único premio.
El deseo sexual forma parte de la trampa
de la naturaleza para procrearnos. Es la
defensa contra la muerte. El miedo a la
soledad hace que el amor sea la comuni-
cación más alta.
¿Qué papel juega el azar en la literatura?
Todo se ha escrito por azar. No creo en las
musas. Todo se crea en el caos cósmico
y unas constantes caprichosas hacen que
se una y aparezca el relato. Es verdad que
antes he pensado el texto o la historia pero
me gusta la aventura de verlo venir y ver lo
que finalmente va a salir.
¿Es idealismo platónico ver el amor en
todas las cosas?
Lo que vemos es lo que existe, pero cada
uno ve su mundo, se cuenta su propia no-
vela. El amor preside todos nuestros actos.
Platón es palabra absoluta, pero nosotros
sólo podemos tener aproximaciones de la
realidad, trampas de la memoria, decía
Marsé.
¿Con qué personaje le gustaría conver-
sar?
Con Lope de Vega, por su apasionante vida,
y con Audrey Hepburn, por lo que su pre-
sencia transmite, un ser muy sensible, inteli-
gente, elegante, bella, ingenua, casi infantil.
“Les temíamos a las palabras sin duda,
porque, en ocasiones, también nombra-
ban la verdad” ¿Qué aporta la palabra?
La palabra comunica y esconde, te da la
identidad pero también es arma para ata-
car, para mentir. Y eso es la vida, una posi-
bilidad de manejar bien las palabras, amar
y castigar. Se triunfa con la palabra, no
tanto con la verdad. Los grandes oradores
son los que han triunfado por su don de la
palabra, no por su mensaje. Hay miedo a la
verdad, nos duele. Los intereses cotidianos
son más importantes y vamos transigiendo.
La vida es una trama de pactos. Pero la pa-
labra también es bella, es arte.
Los griegos sentían pasión por el debate
como un intercambio de ideas y opinio-
nes. ¿Hemos perdido esa pasión por co-
municarnos?
Hemos perdido la pasión por hablar de
algo que merezca la pena. Callarse es di-
fícil. Hablamos mucho. Tenemos superávit
de palabras, muchas tecnologías, tantos
sitios donde hablar. Habría que volver a la
tranquilidad y hablar de las mismas cosas
de siempre, como mis abuelos, una buena
conversación junto a la chimenea, y supe-
rar la acumulación de la inmediatez de co-
municación en la que vivimos.
Anímenos a hablar durante las comidas.
Estos cuentos son una sucesión de peque-
ñas bombas de relojería, cajas de sorpresa.
Hay que leerlos bien, pensando y reflexionan-
do sobre sus finales abiertos y de suspense.
Entrevista a Pascual García
MÁGICAS PALABRAS
Por Consuelo Mengual