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EL RECUERDO
“La boda de mi hija fue para mí un mo-
mento muy especial. Fue hace más de
20 años, en el Salón de Baile. Nunca
pude haber soñado algo así porque yo
vengo de una familia muy modesta. Para
mí era inalcanzable. También recuerdo
alguna visita memorable, por ejemplo, la
de Julio Anguita, que también era algo
impensable en otros tiempos. Dio una
conferencia de mucha altura”.
PERFIL
Diego Tortosa (1938), casado con Paquita, tres hijos y cinco
nietos. Jubilado de banca. Estudios mercantiles e Historia Anti-
gua. Fue requerido por D. José Mª Palazón (1976) para aseso-
rar y colaborar en la ordenación económica del Casino. Como
Vicesecretario del RCM se ocupa, además, de la atención al
socio y de las asociaciones radicadas en el seno de nuestra
Entidad (Amigos de los Castillos, Acdomur, Club Senda 21,
Grupo Senderista).
lesten. Cuanto más tranquilo esté, mejor.
Está educado y ha vivido en ese ambien-
te. El nuevo socio demanda servicios más
actuales. Hoy mismo he saludado a varias
socias que salían de Pilates y se las ve muy
satisfechas.
¿Y qué cree que demandará el socio
del futuro?
Pues demandará más servicios, de todo
tipo. Las actividades tienen overbooking. Es
primordial que se dedique una gran aten-
ción a la mujer, que disfrute de forma acti-
va de la entidad. Es esencial. Ahora tienen
incluso su propio carnet si son mujeres de
socios y pueden ser socias titulares. Difí-
cilmente un socio se va a dar de baja si su
mujer está a gusto aquí y se le da un buen
servicio. Al revés sí.
Otros Casinos no las admiten aún…
Yo siempre digo una cosa: el mayor error
que puede cometer un hombre es menos-
preciar o discriminar a una mujer. Antes de
nada hablo de personas. Eso siempre va a
enriquecer. Es muy torpe y corto de miras
ir por otro lado.
También ha sido una sociedad machista.
Totalmente. Con este presidente eso ha
cambiado mucho. Las señoras han multipli-
cado su presencia y se sienten socias de
pleno derecho: no porque el socio fallezca,
dejan ellas de tener derechos.
¿Eso pasaba?
Cuando el socio
moría, ella no
podía ser socia.
Algunas forma-
ban una tertulia y
se hacía la vista
gorda porque era
la viuda de fulano
o mengano, pero
excepcionalmen-
te. Lo más im-
portante es que
ahora no están de
prestado, se sien-
ten partícipes.
¿Qué otros cambios considera importantes?
Estamos haciendo un esfuerzo por ofre-
cer actividades variadas, algo que no ha-
bíamos tenido nunca. También ha sido un
acierto la oferta destinada a hijos y nietos
de socios, porque ensancha la familia del
Casino con gente de aquí. Hay un segmen-
to joven, profesional, que se ha ido incorpo-
rando de esa forma en el último año.
Las asociaciones residentes ¿qué
aportan?
Tienen una importancia capital: Acdomur,
Amigos de los Castillos, Senda 21 o el
Club Senderista. Todas aportan actividad
cultural, cada una a su manera. Valorar y
fomentar su actividad, es algo muy bueno
que está haciendo el Casino.
¿Por qué otra iniciativa apostaría a ni-
vel cultural?
Me gustaría que hubiera un club de deba-
te. De forma periódica, con personas for-
madas, organizar debates abiertos sobre
distintos temas. También de política, que es
algo que a mucha gente no le gusta, pero
todos tenemos opiniones y debatir sobre
ellas no es malo.
¿Cómo le gustaría ver el Casino en 10 años?
Yo creo que el Casino está bien orientado.
Lo esencial es ensanchar la base social y
tener más relación con otras sociedades,
tener una correspondencia activa de la que
los socios se pueden beneficiar. También
ampliar nuestra oferta deportiva. Ahora no
es el mejor momento pero llegará.