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orría el año 2008 cuando a Carmen Serrano, socia del
Real Casino y decoradora de profesión, le llegó el encar-
go más vasto, ambicioso e ilusionante de cuantos había
acometido hasta el momento: encargarse de la decoración en la
rehabilitación de la entidad. “El trabajo fue magnífico”, recuerda con
ilusión. “Para un decorador tener un trabajo como este es un regalo.
Tantos salones, tan diferentes, con tanto por hacer... Me pasé tres
años metida aquí.Yo no sabía todo lo que había. Si me lo hubieran
dicho, me hubiera dado una taquicardia”, admite con una sonrisa.
Fueron tres años intensos en los que trabajó de forma conjunta
con Juan Carlos Cartagena, el arquitecto,y Loreto López, la restau-
radora, “un privilegio porque son magníficos”. Su actuación se cen-
tró en la planta de arriba, la que está destinada al uso de socios, y
en algunos elementos de la planta baja. Fueron objeto de su labor
al completo el Salón de Socios, la Consejería, la entrada, toda la
señalítica, las Peceras, la Sala de Juntas, el Salón de Juegos, el
de fumadores, el vestíbulo y las Terrazas del Secretario. En el Patio
Pompeyano, el Salón de Baile, la Sala Alta y el Salón de Actos se
encargó de algunos elementos.
“Juan Antonio (Megías, presidente) tenía clarísimo lo que quería.
Eso te facilita mucho el trabajo”, señala. “Yo hacía una selección y él
tenía la última palabra”, explica. “Además, la Junta Directiva fue muy
participativa: lo probaron todo”.
Se reutilizaron varias piezas de otras zonas que, una vez reha-
bilitadas, se transformaron en muebles espectaculares. “Esa es mi
forma de decorar: el mobiliario base es actual, ergonómico, pero
mezclado con piezas antiguas”. Es el caso de la mesa del centro
de la estancia donde se ubica toda la prensa, el aparador con el
espejo de un extremo o los musiqueros. “Querían que fuera como
el salón de tu casa, que los socios cuando llegaran a esta estancia
se encontraran lo más a gusto posible, y creo que se consiguió”.
Otra de las estancias destacadas fue la terraza, un espacio re-
cuperado que antes no tenía casi uso. “Sé que allí se tendía y poco
más. Ahora es de las estancias más utilizadas”, apunta. “Quedó
muy bien. Una terraza única en el centro de Murcia.”
Su trabajo no sólo consistía en elegir las piezas idóneas para
cada lugar sino que también diseñó aquellas que no encontró. “En
las peceras los sillones tapizados son un diseño mío. Quería ese
tipo de sillón pero no daba con él”.
Pinacoteca de calidad
Una de las tareas más arduas, pero también de las más intere-
santes, fue hacer un inventario de los cuadros que había ido acu-
mulando la entidad a lo largo de sus 160 años de historia gracias
a las donaciones desinteresadas de socios y de los artistas que
habían expuesto en sus salas. “Yo no tenía ni idea de la pinacoteca
tan inmensa y bonita que tiene el
Casino.
Hicimos un registro por
primera vez y elegimos los más bonitos para exponerlos de forma
permanente”. Tal labor la llevó a cabo junto al presidente y la restau-
radora. “Yo me encargué de la distribución”, explica. “Hubo cuadros
que me enamoraron desde el primer momento y esos fueron los
primeros que se colocaron”.
Molina Sánchez, Obdulio Miralles, Cortés Abellán, Grau Salas...
La lista de pintores de la Región que han dejado aquí su legado es
larguísima. “Recuerdo el día que apareció Molina Sánchez. Vino
personalmente a ver el sitio donde se iba a ubicar su cuadro y deci-
dió cambiarlo para que ajustara mejor a ese espacio”.
Entre los objetivos que se planteó al abordar el trabajo fue el de
apoyar la industria local del mueble. “La mayoría de empresas con
las que trabajamos eran murcianas. Muy pocas cosas las pedimos
fuera, solo lo que era imprescindible”, asegura.
El intenso trabajo dio sus frutos y hoy las zonas sociales de la
entidad son más utilizadas que nunca. “El uso es completamente
diferente: viene mucha más gente, la edad del socio se ha reju-
venecido y hay hasta niños, cuando antes no los veías”, señala.
“Estoy muy contenta con el resultado. La verdad es que no hay
nada que no me guste como se quedó. Le di vueltas a todo. Me
encanta este lugar”.
La transformación del Real Casino
LA DECORACIÓN DE
CARMEN SERRANO
Por C. Alcántara.
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