Página 25 - RCMAGAZINE12

Versión de HTML Básico

25
“El día antes de la inauguración nos reunimos Juan Antonio
Megías, Esteban de la Peña, Luis Esteve y yo. ¡La ilusión que
teníamos era enorme! Era impresionante verlo todo reforma-
do. Recuerdo un poema de Miguel Hernández, “Las Abarcas
Desiertas”, que dice “Por el cinco de enero, para el seis, yo
quería que el mundo entero fuera una juguetería”. Estábamos
como niños el día antes de Reyes y el Casino era nuestra
juguetería”.
volver a ser lo que era.
¿Y cuándo lo vio terminado?
Como te lo digo… Una sensación impre-
sionante. Mejor que nunca. Volvía a ser la
historia de Murcia.
Personalmente, ¿qué proyecto le gusta-
ría acometer?
El gimnasio. Es algo que está ahí pendiente
y que me gustaría que se acometiera. Es
lo único que se quedó por hacer de lo que
nos planteamos.
¿Por qué recomendaría a alguien ser
socio?
Por muchísimas cosas: porque tienes opor-
tunidad de hacer nuevas amistades y rela-
cionarte en un mundo donde la gente es
buena y culta; porque tienes actividades,
porque tienes la mejor biblioteca…
¿Algo que eche en falta?
Eso sí, me gustaría que abriera antes. Me-
terme a las nueve de la mañana en esa
biblioteca y poder organizar mi trabajo. La
quietud y la paz que te da este lugar es in-
creíble. Se pueden disfrutar de muchas co-
sas siendo socio del Casino. Es el sitio más
bonito de Murcia y estás en tu casa.
Usted es abogado, ¿de vocación?
Sí, yo nunca he pensado en ser otra cosa.
Tengo vocación por el Derecho. Si a mí
hace un tiempo me hubieran preguntado
por el día más feliz de mi vida, hubiera
dicho que cuando entré en la Facultad de
Derecho. Lo que pasa es que una cosa es
la vocación y otra la profesión, que con el
tiempo te va desilusionando.
¿Está decepcionado con la Justicia?
Sí, totalmente. La Justicia me ha decepcio-
nado en muchos aspectos. Por ejemplo, me
desilusiona una barbaridad la Ley de Tasas.
¿La Justicia no es igual para todos?
No, no. ¿Cómo va a ser igual para todos si
hay que pagar? ¿Cómo va a ser igual para
el que tiene mucho que para el que no tie-
ne nada? Yo creo que desde la Edad Media
hasta Gallardón, no había pasado algo así.
Yo soy un demócrata convencido, de toda la
vida, pero si pudiera obligar a Gallardón a
quitar esa ley, lo haría. Me parece grotesco.
¿Cómo cree que se puede solucionar?
Estamos hablando de una necesidad bási-
ca, como la Sanidad y la Educación. Aquí
pagamos impuestos suecos, pero no te
dan nada a cambio. En esta cuestión hace
falta una revolución cultural, de conciencia
social. Pero no sólo jueces y fiscales, sino
todo el mundo.
¿Qué le quita más el sueño?
Nada, yo hace mucho tiempo que duermo
muy bien. Yo digo que es porque tengo la
conciencia tranquila, y mi mujer me dice que
es porque no tengo conciencia… (risas)
¿Qué es lo que más disfruta?
Del cine, de la lectura y de mis hijos.
Y lo que no soporta…
Pues no sé…Yo soy bastante tolerante. No
me gusta la falta de puntualidad. Me moles-
ta que me pisen y el perfume. La gente se
queja del tabaco, pero para mí lo que más
me molesta es un perfume fuerte. El resto
de cosas, como la hipocresía o la injusticia,
desgraciadamente las tengo que soportar.
No tengo más remedio.
¿De qué se siente más satisfecho?
De haber sido participe de la obra del Casi-
no. Es de lo que más satisfecho me siento
porque va a quedar para siempre.
¿Algún sueño por cumplir?
¡Ver al Real Murcia ser campeón de la
Copa de Europa!
“El gimnasio es lo único
que se quedó por hacer de
lo que nos planteamos”
MI ESTANCIA PREFERIDA
“La biblioteca. Es mágica. Entras allí y
podrías estar en el siglo XVI, en el XVII,
en el XVIII; en Inglaterra, en Alemania…
Te transporta. Es el sitio de todo el Casi-
no donde más horas he pasado”.
EL RECUERDO