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mos que concienciar a los socios de que
colaboren de forma altruista.
Qué es más difícil, ¿gestionar el Real Ca-
sino de Murcia o el Real Murcia?
Son cosas distintas… En el otro lado te dan
patadas. Pero el orgullo lo llevas por delan-
te. Defender una institución tan emblemá-
tica como el Real Casino y los colores del
equipo de la ciudad, es un orgullo.
¿Cuál le quita más el sueño?
Ahora mismo me quita más el sueño el
Real Murcia, no me cabe la menor duda.
¿Cómo se dirige un club de fútbol?
Con paciencia y, sobre todo, con goles. Esta-
mos en una situación delicada, a pocos go-
les de la gloria y a otros pocos del infierno.
Pero confío en que estamos más cerca de la
gloria. Desde luego, en el Real Casino es-
tamos tocando la gloria desde hace tiempo.
¿Le gustaría ese éxito para el Real Mur-
cia?
Me gustaría poder celebrar el ascenso del
Real Murcia en este emblemático sitio. Se-
ría magnífico.
¿Ve a Camacho en el banquillo?
No lo veo porque él ya ha dicho que nunca
sería entrenador del Murcia. Otra cosa dis-
tinta sería con un cargo dentro del club una
vez que cumpla su compromiso con China.
Esa es la intención de todos.
La prensa señala que es usted el presi-
dente en funciones del Real Murcia aho-
ra mismo…
Samper tiene muchos compromisos pero,
además, ha sido recientemente interveni-
do y por eso no puede venir a los partidos.
De momento, yo estoy gustoso haciendo lo
que haga falta.
¿El fútbol es lo que más le gusta del
mundo?
Ha sido una pasión que he tenido desde
que era pequeño. He pasado por todas las
vicisitudes del Murcia y en este momento
confío en que llegue pronto donde tiene
que estar. El Real Murcia tiene que ser
como el Real Casino: de primera.
¿Se sufre mucho en este club?
Sí, sí. Lo tengo prohibido médicamente,
sobre todo asistir a los partidos porque la
tensión se me dispara. Al médico no le digo
nada porque si no, no me deja ir.
¡Se la juega todos los domingos!
Lo ideal sería marcar dos o tres goles des-
de el principio para tener tranquilidad. Estar
siempre con el 1-0 es muy estresante.
¿Se considera un hombre valiente?
Me considero muy murciano y eso lleva
consigo la valentía. Ser murciano conlleva
una serie de cosas que en otras latitudes
no se entienden.
¿A qué teme?
De momento, sólo a que el Murcia descien-
da. La salud la voy llevando, aunque la pro-
cesión va por dentro.
¿Qué es lo que menos le gusta del mun-
do?
La injusticia, la mentira y la hipocresía.
¿Ha visto mucha hipocresía?
Sí, muchísima, pero forma parte del espec-
táculo. No me considero hipócrita por eso
es una crítica que hago abiertamente. No
estoy integrado en ello.
¿En qué l gustaría ser mejor?
Ahora mismo, en ser el mejor abuelo.
MI ESTANCIA PREFERIDA
“La Sala del Billar. Yo he sido de los billaristas más jóvenes de
esta Región. Iba a los Capuchinos y me fugaba las clases para ir
a jugar a los billares Segura y Fontes. Éramos dos los billaristas
que entrábamos allí con pantalón corto: Antonio Carrillo, en paz
descanse, y yo. He competido muchas veces y fui el primer pre-
sidente de la Federación Murciana de Billar.”
“Me gustaría poder celebrar
el ascenso del Real Murcia
en este emblemático sitio.
Sería magnífico”