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la Virgen María y a San Erik, santo patrón
de Estocolmo. Es de confesión luterana y
conserva alguna reliquia de San Jorge.
En Suecia no se come según las costum-
bres españolas. En su desayuno “frukost”
comen pescado con pepinillos y tomates,
queso y tostadas, la comida es un simple
tentempié y la cena es a las 18 horas. Hay
que tener cuidado con los horarios, ya que
después de las 21 horas será difícil poder
cenar en un restaurante. Un buen sitio es el
clásico Operakällaren. Nos encantara por
su opulencia renacentista.
Otro lugar para degustar la comida sueca
es el mercado Östermalmshallen, construi-
do en el año 1888. Allí encontraremos típi-
cos platos como corazón de reno ahumado,
salchichón de alce, arenques del Báltico en
escabeche, frito o empanado, salmón en
salazón o huevas de pescado blanco.
Unos buenos hoteles son el Gran Hotel
Stockholm y el Novis.
La mejor época para viajar es de mayo a
septiembre, que aún no hace mucho frío y
hay mucha luz, aunque también me gusta
en la época de Adviento, con sus paisajes
nevados, la decoración navideña y los mer-
cadillos.
Una ciudad tranquila, apacible, limpia y
muy bella, para pasear por sus calles disfru-
tando de sus museos y sus bonitas tiendas.
Estoy seguro que os gustará mucho. Os
deseo un buen viaje.
EL TROTAMUNDOS DEL CASINO
Por Eliseo Gómez Bleda
Una de las leyendas más
famosas de Estocolmo es la
del “Silverpilen”. Se trata de
un tren brillante y plateado,
que circula a medianoche por
las estaciones del metro de
Estocolmo, cuando ya están
cerradas y se detiene de vez
en cuando para recoger algún
pasajero, que ya no podrá
apearse con vida
Ayuntamiento de Estocolmo