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G
alería
del
S
ocio
SALVADOR MONTESINOS, MADRID (1929). ESTUDIÓ EN EL INTERNADO DE LOS ESCOLAPIOS DE VALENCIA.
INICIÓ SU CARRERA EN LA UNIVERSIDAD MURCIA Y REGRESÓ A MADRID DONDE HIZO LA OPOSICIÓN A
NOTARIA DONDE LA APROBÓ CON 28 AÑOS DE EDAD
“Hay que tener paciencia, buen humor
y esperanza en la vida”
SALVADORMONTESINOS BUSUTIL
L
lega con gesto austero. Su rostro denota tranquilidad cuando
comienza a contar su historia. “Mi padre era notario y con
la carrera terminada elegí notaria. Me encerré unos tres
años para prepararme y conseguí aprobar la oposición”. De las más
difíciles, le apunto. “Eso creíamos, que eran de las más duras”. Y
empieza su periplo profesional en Totana, Cartagena, Murcia, Ex-
tremadura… “Lugares donde he vivido muy a gusto aunque es muy
difícil decir en donde he sido más feliz”. Sus ademanes entran en el
terreno de la cordialidad. Destaca de su profesión “que es serena,
profunda y jurídicamente muy preparada. Lo fundamental es que
da fe de los actos”.
Salvador tiene cuatro hijos, “dos parejas bien hechas: un notario,
un ingeniero, una secretaria notarial y una empleada en notaría”.
Conecta muy bien con la gente granjeándose respeto y afecto uná-
nime. Aquí salta con “chispa”. “¿Me estas confesando?”, pregunta.Yo
no soy cura, le aclaro. “Bueno hay que tener paciencia, buen humor
y esperanza en la vida. Cuando uno es amigo es amigo de verdad.
Por edad me quedan ya muy pocos”.
Salvador se incorporó a la directiva de José Alarcón en 1987
como contador por dimisión del tesorero José García de las Ba-
yonas. “Era entonces más joven”. Bueno ahora no puede quejarse.
“Dios te lo pague. Eso me gusta. Es que vengo maquillado”, respon-
de con cierta ironía. “Los años se apoderan de uno”. Le recuerdo
que en su etapa de directivo del Real Casino se celebró el “Congre-
so Internacional de Literatura de Dos Mundos”, organizado y coordi-
nado por el catedrático de la Universidad Vitorino Polo, del incendio
que se produjo en la sala de dominó y que en tiempos de la UCD
en Asamblea que se celebraba en la Diputación, Martínez Ovejero
pidió precisión a los personalismos y Salvador lo dejó estupefacto
replicándole que obligadamente siempre son personales. “De eso
hace ya muchos años y la memoria la dejé en la oposición”.
Lleva 16 años jubilado pero su vida la tiene bien encauzada.
Hace con soltura lo que es difícil a los demás. Piensa, matiza, re-
flexiona las preguntas y con calma exquisita y su flema notable me
dice, “paso el tiempo libre con la lectura, películas antiguas en blan-
co y negro, los telediarios y el fútbol. Por las tardes juego al dominó
con mis amigos y mi mayor satisfacción es ahorcar al seis doble”.
En fútbol es del Real Madrid. “Nací en Madrid y ese es mi equi-
po aunque me avergüenzo de ver tantos jugadores extranjeros en
el equipo”. Fumador de puros Farías y Montecristo número cuatro.
“Ahora solo fumo una pipa al día”. Y de nuevo aparece su ironía.
“¿Pero no me vas a pagar nada por la entrevista? Me has desnuda-
do de mala manera”, bromea.
Y aquí terminamos despidiéndose como un caballero, sin capa
ni espada, pero como el mejor caballero. “Me vas hacer eterno.
Gracias por todo.”
PERFIL DEL SOCIO
Por Pedro A. Campoy
“Cuando uno es amigo es amigo de verdad.
Por edad me quedan ya muy pocos”