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ARS CASINO
Por Mª Loreto López Martínez
Restauradora
El eterno femenino
de José Planes
E
n el mismo centro del
Patio
Pompeyano,
como eje sobre el que
gravita la esencia del
clasicismo de este diáfano es-
pacio, la piedra, ya transforma-
da en cuerpo femenino en 1920
por obra y genio de José Pla-
nes Peñalver (Espinardo, Mur-
cia 1891-1974), se nos muestra
altiva, distante y majestuosa, a
pesar de sus dimensiones lige-
ramente menores del natural
(1,43 x 0,32 x 0,38 m.).
La llamamos Venus, pero no
nace del agua, como la mítica
diosa, sino del duro mármol,
que parece cobrar la naturaleza
templada y suave de la piel fe-
menina, incluso las finas vetas
de la piedra le aportan un soplo
de aliento vital.
Hay que admirarla desde to-
dos sus ángulos, para poder
descubrir los matices con que
la creó su autor; de frente es
una figura compacta, rotunda,
dispuesta en lo que se denomi-
na en términos artísticos con-
traposto, posición ondulante
del cuerpo y la cabeza que crea
movimiento, aunque es en sus
maravillosos perfiles donde la
figura de mujer cobra una sen-
sualidad de una belleza excep-
cional. El juego de las texturas
empleadas en la labra contribu-
ye notablemente a su atractivo,
nadie es indiferente a ese suave
pulido de las carnaciones, que
invitan a la caricia, mientras las
telas de las que se desprende
la modelo contrastan con su as-
pereza apiconada y la base es-
cafilada en la que se apoya, con
el aspecto de mayor naturalidad
de la materia.
Fue con el boceto original de
esta hermosísima escultura,
en escayola, con el que José
Planes ganó la tercera medalla
en la Exposición Nacional de
Escultura. Más tarde el Casino
adquirió la obra ya realizada en
mármol, lo que unido al premio
anterior le permitió contraer
matrimonio con su compañera
y modelo Dolores Sánchez Gar-
cía. Posiblemente sea la misma
Dolores la que inspiro tanto a
la Venus, como a la Cabeza
de Mujer en mármol gris Ma-
cael que, desde la consola de
la Antesala del Salón de Baile,
contempla el paso de los visi-
tantes, que apenas reparan en
ella, mientras dibuja una leve y
eterna sonrisa.
“EL CUERPO FEMENINO -OBJETO PRINCIPAL, Y YO DIRÍA QUE ÚNICO, DE LA ESCULTURA DE PLANES-, SE VE LIBRE DE TODO
CUANTO ES FEMENINO PARA EL QUE BUSCA EN EL CUERPO UNA SATISFACCIÓN VISUAL PERFECTAMENTE COORDINADA CON
LO QUE EL CUERPO FEMENINO ESTÁ OBLIGADO A OFRECER A SU CONTEMPLADOR.”
CARMEN CONDE