Página 22 - RCMAGAZINE12

Versión de HTML Básico

22
E
ntrevista
“En la actualidad es extremamente
difícil investigar en España”
EL DESTACADO BIOQUÍMICO Y ONCÓLOGO ESPAÑOL OFRECIÓ UNA INTERESANTE CONFERENCIA SOBRE EL
CÁNCER EN EL REAL CASINO DE MURCIA
Por Concha Alcántara. Fotografía: Ana Bernal.
Entrevista a Mariano Barbacid
M
ariano Barbacid (Madrid, 1949)
se ha ganado a pulso su prestigio
internacional como investigador
del cáncer. Después de una brillante carrera
en Estados Unidos, donde consiguió aislar
el oncogén humano H-ras (un gen humano
mutado capaz de causar cáncer), regresó a
España en 1998 para poner en marcha el
Centro Nacional de Investigaciones Onco-
lógicas (CNIO), que dirigió hasta hace un
año. Es miembro de la Academia Nacional
de Ciencias de EEUU, el quinto español
que lo consigue, y en la actualidad dirige un
equipo sostenido principalmente con fon-
dos europeos. Se muestra tremendamente
crítico con los recortes en educación, sa-
nidad e investigación en España “mientras
se destinan miles de millones de euros a
rescatar a la banca”, y señala sin cortapisas:
“Sin investigación, no hay futuro”.
En la conferencia que ofreció invita-
do por el Foro Nueva Murcia demos-
tró una tremenda capacidad didáctica
para hablar de la complejidad de una
enfermedad como el cáncer, de la
que aclaró algunos mitos y errores. El
principal: que no se trata de una única
enfermedad sino un conjunto de más de 200
enfermedades muy distintas entre sí.
Oímos hablar mucho de cáncer pero en
realidad ¿sabemos poco?
Yo estoy convencido de ello. En parte por-
que es algo muy complejo y también por-
que la gente no quiere oír hablar de ella.
¿Qué es lo más importante que debe sa-
ber la gente respecto al cáncer?
Que el cáncer es una palabra con la que
abarcamos muchas enfermedades. La ma-
yoría de la sociedad no sabe la diferencia
entre un cáncer de pulmón microcítico y no
microcítico, y eso marca la diferencia entre
dos enfermedades completamente distin-
tas. Hay que definirlo por el órgano, por el
tipo de cáncer y por el patrón molecular en
muchos casos.
Esta falta de información general,
¿afecta al tratamiento y desarrollo de la
enfermedad?
No lo creo. La forma en que se trata a la en-
fermedad le corresponde a los especialis-
tas oncológicos, que están perfectamente
informados.
Me refería al dato de que un 55% de los
cánceres se detectan en un estado muy
avanzado.
Es un tema muy complejo e importante. La
mitad de los tumores se detectan cuando
ya han metastazitado, por lo cual el por-
centaje de supervivencia es del 4%. Los
profesionales de la salud deben informar
para que la sociedad sea más consciente y
se puedan detectar estos tumores a tiempo.
Según las estadísticas, el cáncer es la
enfermedad del siglo XXI. ¿Por qué ha
crecido tanto?
Por dos razones: cada vez se vive más y
porque el resto de las enfermedades, car-
diovasculares e infeccionas, están más
controladas.
¿Cuál es el mayor reto de la ciencia res-
pecto al cáncer en la actualidad?
El mayor reto es seguir conociéndolo. Uno
de los hitos de los últimos años fue el co-
nocer los genomas del cáncer. Hoy en día
se puede secuenciar el genoma del tumor
y conocer todos los cambios, todas las mu-
taciones, todos los errores que está sufrien-
do. La primera mutación la descubrimos en
el año 82, no hace tanto. Ahora bien, lo
que no sabemos son las consecuencias de
esa mutaciones y, sobre todo, no sabemos
cómo atajarlos sin dañar el organismo.
Porque es el propio organismo el que
produce la mutación.
El cáncer tiene una diferencia fundamental
respecto a las enfermedades infecciosas y
cardiovasculares y es que no tenemos que
luchar contra un organismo invasor, sino
que el problema está en nuestros propios
genes. Atacar las proteínas mutadas y no
las normales es un problema que aún no
se ha resuelto. Y por otro lado, hay que eli-
minar al enemigo al 100%, no sólo regular-
lo como puede pasar con el colesterol o la
tensión. Hay fármacos que lo eliminan has-
ta el 90%, pero si queda algo, por poco que
sea, se vuelve a reproducir.
¿Se puede prevenir de alguna manera
esa mutación de los genes?
Sí y no. No hay nadie que pueda decir “yo
hago esto y esto, y no tengo cáncer”. Eso no
existe. Lo que sí podemos es minimizar las
probabilidades de esas mutaciones. Solo
conocemos tres tipos de prevención. Lo pri-
mero es fumar. Es algo incomprensible que
en una sociedad culta y civilizada la gente
siga fumando.
¿Es el principal factor?
Es un suicidio lento. Fumando se están cau-
sando unas mutaciones que aumentan las
probabilidades de que aparezca el cáncer
1.000 veces más. La segunda es
la exposición desmesurada al sol,
que también aumenta muchísimo la
probabilidad. Y la tercera es por en-
fermedades crónicas. Los órganos
que están excesivamente dañados
tienen más probabilidades de desa-
rrollar una mutación.
¿En qué cambiará la lucha contra el
cáncer la aparición de las terapias
personalizadas?
Cada vez serán más efectivas y habrá me-
nos efectos secundarios. Con el tiempo
sabemos más de los cánceres, sabemos
cómo tratarlos de forma más efectiva.
El cáncer y su tratamiento, ¿es un gran
negocio?
La industria farmacéutica es una empresa
privada. La sociedad ha dejado en manos
privadas el descubrimiento de los fárma-
cos. Hoy en día es imposible hacerlo para
una institución académica. Ni la Universi-
dad de Harvard ni la de Stanford tiene los
recursos ni el know-how para desarrollar
un fármaco. Lógicamente la industria far-
macéutica quiere ganar dinero.
Consiguió el aislamiento del oncogén
humano H-ras. ¿Cuánto trabajo hace fal-
ta para llegar a algo así??
“Es algo incomprensible que en una
sociedad culta y civilizada la gente siga
fumando. Aumenta 1.000 veces las
probabilidades de sufrir cáncer”