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V
IAJES
Salzburgo de noche.
C
uando visité esta ciudad por pri-
mera vez, noté una sensación de
paz, tranquilidad, elegancia y una
gran sensibilidad en sus habitantes. Todo
es perfecto en ella. Parece, sin duda, una
gran sinfonía de su hijo más famoso, Wol-
fgang Amadeus Mozart, del que la ciudad
está plagada de detalles.
Es realmente la capital mundial de la
música clásica. En cualquier época que la
visitemos, podemos asistir a maravillosos
conciertos. En sus iglesias, palacios, calles
y en la famosa Plaza Mozart, se progra-
man más de 4.000 eventos musicales a lo
largo del año.
Otra de las cosas que recordaremos en
nuestra visita es que aquí se rodó la pelícu-
la “Sonrisas y Lágrimas” y observaremos
infinidad de detalles referentes a ella.
Pasear por Salzburgo es una grata expe-
riencia. Parece que el tiempo se detuvo en
la segunda mitad del siglo XVIII. Muchas
de sus calles son peatonales, con pasajes
secretos y románticos patios interiores lle-
nos de pequeñas tiendecitas. Su calle más
famosa es Getreidegasse, en el casco an-
tiguo, donde llama la atención los rótulos
de forja que tienen los comercios en lo alto
de sus puertas.
Os recomiendo que visitéis una serie de
tiendas: la librería Mora en la Plaza de la
Residencia, la panadería del Convento de
San Pedro, la pastelería Schatz, la tienda
de chocolates Holzermayr o la antigua far-
macia Arzobispal de la plaza Alter Markt.
Al anochecer, a la luz de las velas, en
algún pequeño restaurante podemos cenar
y saborear su famosa tarta Sacher o su ex-
quisito Apfelstrudel (pastel de manzana).
Los mejores sitios para degustarlos son el
Café Sacher o el Café Tomaselli.
Una experiencia casi mágica es asistir
a una cena-concierto de Mozart en la sala
Barroca del restaurante más antiguo de
Austria el “Stiftkeller St. Peter”. Para tomar
unas buenas cervezas podemos ir a la his-
tórica Cervecería Stiegl o a la Augustiner
Braus.
Hay una serie de visitas ineludibles,
como la Casa de Mozart, donde nació en
1756, o la Residencia Mozart, donde vivió
unos años y compuso sus mejores sinfo-
nías. También el castillo de Hohensalzburg,
que domina toda la ciudad y que ningún
enemigo consiguió conquistar desde su
construcción en 1077. Se puede subir en
un funicular y hacer unas preciosas fotos
desde arriba.
El castillo de Hellbrunn también es una
joya arquitectónica. Situado al sur de Salz-
burgo, fue utilizado como residencia de
verano para los príncipes y arzobispos. Su
parque y sus juegos de agua son únicos
en el mundo.
También debemos visitar la Catedral, el
Museo de Salzburgo y su famoso Parque
Zoológico. Además, el 17 de mayo se in-
auguró el DomQuartier, un lugar en pleno
centro, donde podremos ver museos, ex-
posiciones que no se podían ver desde
hace 200 años.
SU NOMBRE SIGNIFICA “CIUDAD DE
LA SAL”, PERO HUBIESE SIDO MÁS
ACERTADO LLAMARLA “MOZARTBURGO”
CULTA Y ELEGANTE
SALZBURGO