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G
alería
del
S
ocio
DOMINGO LA ROSA, MURCIANO DE PURA CEPA,
SANTA TERESA, 24 DE ABRIL DEL 46, MONTAÑERO
SENDERISTA, MILITAR, EMPRESARIO, CORREDOR DE
CARRERAS DE COCHES, FEDERATIVO DE ACTIVIDADES
SUBACUÁTICAS, Y ESTUDIOSO DEL PROTOCOLO,
ENTRE OTROS
“Me hizo socio
el Conde de Montemar”
DOMINGO LA ROSA:
C
omenzamos la entrevista y conforme avanzábamos en pre-
guntas-respuestas mi sorpresa iba aumentando. Supongo
que a los lectores le sucederá lo mismo, ya que el currículo
de Domingo La Rosa es tan extenso y diverso que está al alcance
de muy pocos. Sin adulaciones, y al margen de los botafumeiros
al uso, de los servilismos y de las genuflexiones, su paso por los
cargos ha dejado huella.
¿Has sido montañero? “Perdona, no he sido, lo soy”, subraya.
“También corredor de carreras de coches, pues participé en el cam-
peonato de España de Rally, Montecarlo (6 veces) y París Dakar (6),
pero el de antes, cuando era prueba independiente”. ¿Y cómo fue tu
paso a las actividades subacuáticas? “Mi pasión era el automovilis-
mo pero para ello se necesita mucho dinero y en aquellos tiempos…
Lo que sí te digo es que el olor a gasolina me encanta. En la par-
cela subacuática pertenecí a la federación ejerciendo como jefe de
prensa”. Lo de militar no me extrañaba, pues cuando se celebran en
Murcia las jornadas de la Recreación Histórica de Batallas Famosas
siempre lo he visto en primera fila de combate. “Bueno, es que he
sido Teniente del Ejército del Aire (servicio de tierra), habiéndome
formado en la Academia Militar de Sevilla y Madrid, y es evidente
que no podía dejar de participar en esas jornadas tan preciosas y
en recreaciones como la batalla de la liberación de París”.
De militar a empresario. “Heredé de mi abuelo José Marín, en los
años 50, la autoescuela Victoria y continué con la galería de arte y
marquetería La Rosa, que estaba en el Puente Viejo”. Hay hombres
que hacen las cosas y las llevan a buen término, hombres a quienes
acompañan en dondequiera que vayan el orden, la claridad y el éxi-
to: Domingo es una de esas personas. Ahora se encuentra volcado
con el senderismo. Atrás queda la montaña. “Pertenecí al primer
grupo que se creó en Murcia, la Cordada de los Carpi de la Bota
Rota, y ahora nos marca la edad”. Nadie como Domingo ha sabido
granjearse el respeto y el afecto unánime pese a parecer, a veces,
un cascarrabias. Ha creado, en tiempo récord, un grupo de unos
70 senderistas en el Real Casino con mucho trabajo, sinsabores y
preocupaciones. “Gracias al gran equipo que me acompaña, Juan
Miguel Martínez, Rafael Ródenas, Pascual Reyes y Diego Tortosa.
El sendero que más me gusta es el del Cañón de Almadenes (Cie-
za), que se recorre por el borde del río Segura, viendo nutrias y
otros animales. Apreciamos su floración y la cueva de la Serreta.
En cuanto a la planificación de las salidas, las preparamos con tres
meses de antelación. Somos un grupo fenomenal de camaradería y
amistad y lograremos todo lo que nos propongamos”.
Operado de corazón con válvula aórtica metálica continúa con
esta lucha y asegura que no le tiene miedo a la muerte. “Hay que
morirse, aquí no nos podemos quedar. Cuando me operaron tenía
tanta fe en mis amigos, Francisco Gutiérrez y Pascual Rodríguez,
que no pensé en ello “. Sin embargo, y pese a todo, se fuma sus tres/
cuatro cigarrillos diarios.
“Me hizo socio Alfonso Pascual de Riquelme y Sandoval, Conde
de Montemar, presidente del Casino por entonces (año 1963”). Le
recuerdo que durante su mandato se celebró en el patio Pompeyano
el campeonato de Europa de Pentatlón (libre-cuadro 47/2, cuadro
71/2, banda y tres bandas) con la participación, entre otros, de los
españoles José Gálvez y Ramón Aguilera y el belga Raymond Ceu-
lemans. “Estaban cambiando la cristalería que cubría la galería que
le habían encargado a mi padre.Yo era un crío y como pesaba poco
me subieron con una cuerda a la repisa para que pusiera la masilla.
A eso que pasó el presidente y miró hacia arriba y me dijo, Domingo
baja ahora mismo, y me preguntó ¿te gusta el Casino?”. Yo le contes-
té que sí y me hizo socio. Fui uno de los primeros socios infantiles”.
Domingo tiene sus rincones preferidos. La terraza del secretario
y la sala de billar. De espíritu crítico, señala que tiene una espina
clavada. “Desearía que los políticos no fueran como son, que la so-
ciedad funcionara de otra manera, que no hubiesen tantos sinver-
güenzas como hay. Ponlo, yo no me escondo y se lo digo a ellos
cuando tengo ocasión”. Domingo no es tan alto como los gigantes
pero su humanidad les supera.
PERFIL DEL SOCIO
Por Pedro A. Campoy
Fe de erratas:
En nuestra entrevista con Ricardo Martínez Moya, en el número 14 de RCmagazine, escribíamos que Ricardo, junto con Antonio
Egea, Ricardo Montoro y Félix Martínez, fundaron el grupo Polifemo. Estaba ya fundado. Lo que hicieron fue redactar los estatutos de la agrupación
sardinera, no su fundación. Además, Ricardo Martínez Moya es el socio número 8, y no el 7.